lunes, 15 de diciembre de 2008

Eran talla 10

¡Carajo! Seguramente Muntader al-Zaidi, corresponsal del canal de televisión iraquí al-Baghdadia, habría estado esperando durante años el momento de tener al todavía presidente de Estados Unidos, George W. Bush, frente a frente para poder hacer lo que muchos han deseado pero pocos se atreverían a hacer.

El presidente Bush se encontraba dando una conferencia de prensa junto al primer ministro iraquí, Nuri Al - Maliki, acerca de... cualquier pendejada, cuando el reportero de 29 años se levantó con zapato en mano para lanzarlo con dirección a la cara del mandatario estadounidense, quien reaccionó velozmente para esquivar el proyectil. Al-Zaidi volvió a intentar el golpe con su otro zapato pero falló de nuevo al tirar el calzado por encima de la cabeza de Bush para después ser sometido por los guardias de ambos gobernantes y por los demás periodistas que se encontraban en el lugar.

El acto de golpear a otra persona con un zapato es la ofensa más grande dentro del mundo árabe, pues se insinúa que la persona atacada es de un nivel más bajo que la suciedad que se pisa con éste.

De presentarse cargos en su contra, Muntader al-Zaidi podría pasar hasta 7 años en prisión por agredir a un jefe de estado visitante.

Hasta el momento el corresponsal sigue bajo custodia del gobierno iraquí, mientras las calles se inundan de centenares de manifestantes que exigen su liberación y lo elevan al grado de héroe por su coraje y valentía.

Y es que este acto ha causado tanta conmoción en el mundo, especialmente en el árabe, que los gobiernos de países como Siria y Libia se han volcado en aplausos y alabanzas a este nuevo héroe que se levantó en contra de la tiranía de Occidente.

Qué lindo hubiera sido que Bushy recibiera el zapatazo en plena cara... ¡diablos!

Desde acá también nos ponemos de pie y le aplaudimos escandalosamente al señor Zaidi.

Por cierto, después del incidente la declaración de Bush fue: "Sólo puedo reportar que los zapatos eran talla 10".

Pues aquí está el video de la hazaña que se quedó a centímetros de ser gloriosa:

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